lunes, 7 de octubre de 2019

Un Rallye amenaza las estepas de Zaragoza

Las estepas del Ebro de nuevo amenazadas por un rallye ilegal de Cadrete a La Plana de Zaragoza

Los efectos de una prueba automovilística sobre el medio físico, la flora y la fauna son demoledores por el polvo, ruido, erosión, peligro de incendio, basuras y residuos abandonados y atropello de animales

ARAINFO REDACCIÓN | 7 octubre, 2019 11.10



Las entidades ecologistas demandan la suspensión de la prueba, la eliminación de la publicidad que hace FADA, y la dimisión o cese del presidente de la FADA por anunciar un evento que carece de autorización, que es muy agresivo para el medio ambiente y al que se ha recomendado varias veces que se haga fuera de Red Natura 2000.

Amigos de la Tierra Aragón, Ansar, SEO/BirdLife, Fondo Natural, Ecologistas en Acción y Huerva Vivo se oponen a la celebración del anunciado III Rally de Tierra Subida a La Plana en Cadrete por desarrollarse en un área protegida como Lugar de Interés Comunitario (LIC Planas y estepas de la margen derecha del Ebro) y Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA Río Huerva y las Planas), integradas en la Red Natura 2000.

Amigos de la Tierra ha registró el 30 de septiembre de este año una solicitud en la Dirección General de Medio Natural y a la Dirección General de Deporte para que no autorizasen dicha prueba deportiva en un espacio frágil y de alto valor ecológico.

El anuncio de la prueba por parte de la Federación Aragonesa de Automovilismo desde hace varias semanas se publicita sin conocer si habrá autorización del INAGA (que registró la entrada del proyecto el 6 de septiembre) ni las condiciones o restricciones que pudiera imponer.

Por otra parte en las dos anteriores ediciones ya se recomendó desde INAGA que se buscara un recorrido alternativo fuera de Red Natura 2000. Los efectos de una prueba automovilística sobre el medio físico, la flora y la fauna son demoledores por el polvo, ruido, erosión, peligro de incendio, basuras y residuos abandonados y atropello de animales que conlleva el paso de los vehículos participantes y las salidas de pista, más la presión humana de autos y de público que se disponen a lo largo del recorrido y compactan el suelo y aplastan y pisotean la vegetación en suelos frágiles debido a la aridez de la zona, con difícil regeneración.

Las entidades ecologistas entienden que la naturaleza no es un polideportivo ni un parque temático y menos lo es una zona protegida donde debe primar la conservación de la biodiversidad y los procesos ecológicos. En una época de crisis ambiental y de transición ecológica, “debemos cambiar nuestras relaciones con la naturaleza. Los deportes que causan importante deterioro del medio deben realizarse en circuitos confinados y no en el medio natural”, concluyen.


7 octubre, 2019

viernes, 20 de septiembre de 2019

¡Firma la petición contra el heliesquí en las montañas de Aragón!

La presión de las nuevas formas de explotación de las montañas es cada vez mayor en el Pirineo aragonés.  

Una de ellas es la reciente iniciativa de impulsar el Heliesquí en algunos valles pirenaicos de Aragón, afectando incluso a espacios naturales protegidos. 

Para tratar de evitarlo, un movimiento ciudadano está intentando que el gobierno aragonés establezca normas que lo prohiban y ha puesto en marcha la siguiente petición:

https://www.change.org/p/consejero-medio-ambiente-gobierno-de-arag%C3%B3n-stop-al-heliesqu%C3%AD-en-el-pirineo-aragon%C3%A9s-e351c6aa-670f-4f62-ad35-ffef49903651

¡¡Por favor, colabora y firma la petición!!

domingo, 9 de junio de 2019

Encuentro de la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón, 15 y 16 de junio


Nuevas amenazas se ciernen sobre la zona de Castanesa, en comarca de la Ribagorza en el Pirineo aragonés, zona donde está proyectada la ampliación de la estación de esquí de Cerler hasta el cercano valle de Castanesa. 

Por ese motivo, la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón ha presentado un Manifiesto en Defensa de la Alta Montaña en Aragón y va a celebrar un encuentro los próximos 15 y 16 de junio en Graus y Cerler (Huesca).

miércoles, 23 de noviembre de 2016

EXPERTOS Y CONSERVACIONISTAS ALERTAN SOBRE LOS EFECTOS DE LA MASIFICACIÓN DEL USO DEPORTIVO EN LAS ÁREAS PROTEGIDAS

  • La expansión y frecuente descontrol en las zonas protegidas de actividades como el ciclismo fuera de pista o las competiciones, y en ciertos casos la masificación indiscriminada de la escalada en roca, constituyen amenazas crecientes para la conservación de estos espacios.
  • Sólo una parte reducida del territorio español tiene alguna figura de protección. Hay por tanto una mayoría del territorio apto para realizar estas actividades deportivas sin comprometer la conservación de recursos valiosos y escasos. 
  • El propio Comité Olímpico Español recomienda “no organizar eventos deportivos en espacios naturales protegidos”. 
Madrid, 23 de noviembre de 2016. Diversos colectivos ambientalistas y expertos en conservación se han reunido con responsables de la Dirección General de Medio Natural del MAGRAMA y del Organismo Autónomo Parques Nacionales para transmitir su preocupación y sus propuestas ante la masificación y frecuente descontrol de la práctica de diversas modalidades deportivas en los espacios naturales, especialmente en las áreas protegidas. Si bien se trata de actividades que tienen escaso impacto sobre la naturaleza cuando se practican a pequeña escala y de modo respetuoso, los efectos adversos a menudo se disparan cuando la práctica se masifica o se vuelve inadecuada.

En los últimos años asistimos a una proliferación exponencial en la práctica de actividades recreativas en los espacios protegidos, destacando el descenso en BTT (bicicleta todo terreno) por todo tipo de senderos o incluso fuera de ellos; las competiciones de carrera por montaña, y en ocasiones la expansión indiscriminada de la escalada en roca. Muy a menudo estas prácticas se concentran en zonas de montaña, territorios especialmente vulnerables que se recuperan mal de la mayor parte de los impactos originados por estos deportes: estrés de la fauna protegida; deterioro de la vegetación y erosión del suelo a lo largo de las rutas utilizadas, e incluso deterioro del patrimonio cultural, como en el caso de los caminos históricos.

 

Además, estas actividades relativamente nuevas se suman a otras más tradicionales que preexistían en los mismos espacios, generando a veces conflictos de uso entre colectivos, y a todo ello hay que añadir otros factores y procesos globales que inciden negativamente en los ecosistemas, como el cambio climático, la deforestación, los procesos erosivos por causas naturales, las especies invasoras, etcétera, todo lo cual interacciona con el uso público masificado incrementando su gravedad y favoreciendo los cambios irreversibles.

Propuestas para la compatibilización

En opinión de las organizaciones y expertos, en modo alguno se trata de impedir el uso y disfrute de los espacios naturales, sino de restituir a las áreas protegidas su función básica de conservación, siendo la zonificación de los espacios protegidos la que debe establecer dónde, cuándo, en qué medida y cómo ha de accederse a las distintas áreas que los integran.

Para el caso de las competiciones y actividades grupales, se deben evitar los períodos críticos para la reproducción de las especies, los horarios nocturnos y el tránsito por las zonas húmedas y zonas de cumbres. Se debe aplicar el principio de precaución, lo que implica que, cuando existan dudas sobre el impacto de determinadas prácticas o eventos, tiene que prevalecer el objetivo de conservación y éstos no deben autorizarse. Para el caso de las pruebas o eventos que finalmente se autoricen, las Administraciones deben solicitar fianzas y tasas que han de reinvertirse en la conservación de los espacios. Con respecto a la escalada en roca, los estudios científicos aconsejan preservar zonas extensas y continuas libres de escalada durante todo el año, con el fin de asegurar un hábitat adecuado que permita de manera permanente el descanso, refugio y alimentación de las aves u otras especies rupícolas presentes o, muy importante, potenciales en la zona.

Las áreas protegidas son soporte de recursos y procesos esenciales como la biodiversidad, el agua, los suelos, la depuración del aire o el equilibrio climático. Además, acogen actividades económicas tradicionales y permiten experimentar las vivencias de soledad, tranquilidad y naturalidad. Adicionalmente, cuantiosos fondos nacionales y europeos se canalizan hacia los municipios ubicados en ellas y en su entorno. Por contraposición a todo ello, los supuestos beneficios económicos derivados del uso de las áreas protegidas como meras infraestructuras deportivas, no sólo no compensan el deterioro de los servicios ambientales y el patrimonio común, sino que pueden llegar a amenazar el flujo económico que estas áreas reciben en virtud de su estado de conservación. Recordemos en este sentido, que la conservación de los espacios protegidos es un imperativo legal y un compromiso que obliga a los países en muy diversos ámbitos, mundial, europeo, estatal y autonómico.

Por último, los réditos económicos derivados de las competiciones y eventos deportivos tampoco revierten en la restauración de los impactos que generan, y aún peor, su celebración preferente en los espacios protegidos resta oportunidades a muchos otros territorios rurales menos favorecidos o más pobres en recursos patrimoniales, que realmente necesitarían beneficiarse de la dinamización económica procedente de una combinación respetuosa e inteligente de éstas y otras actividades deportivas, recreativas, turísticas y culturales.

Las organizaciones y expertos han solicitado al MAGRAMA, entre otras medidas, la armonización normativa para el uso deportivo en las áreas protegidas tomando como modelo el recientemente aprobado Plan Director de Parques Nacionales; la realización de campañas de sensibilización sobre los problemas que genera el uso público masificado y a menudo descontrolado en dichas zonas; la introducción en el currículum escolar de la función que desempeñan los espacios naturales y el conocimiento de los valores que albergan, o el establecimiento de un observatorio científico sobre el impacto del uso público en las áreas protegidas. Asimismo, recuerdan a los aficionados al deporte en la naturaleza que el propio Comité Olímpico Español en su “Guía de buenas prácticas ambientales para eventos deportivos” recomendó ya en 2011 evitar la organización de eventos deportivos en los espacios naturales protegidos.

Firman este comunicado:

Contactos:
  • Amigos de la Tierra, Alejandro González - 635 434 879. 
  • Fondo Natural, Federico Sancho – 976 274 988. 
  • RedMontañas, Rosa Fernández-Arroyo – 627 925 695. 
  • Reforesta, Miguel Á. Ortega – 625 193 310. 
  • SECEM, Francisco J. García - 629 153 593 
Fotografías: RedMontañas

miércoles, 26 de octubre de 2016

Deporte extremo y negocios a costa de la naturaleza


En los últimos años están empezando a proliferar por todo el país las competiciones deportivas de todo tipo de disciplinas, en espacios naturales protegidos o no, con una amplia cobertura mediática, despliegue de medios y presupuesto gracias al patrocinio de grandes empresas.

Hasta hace poco no se les había prestado apenas atención, desde las instituciones e incluso las organizaciones conservacionistas, al considerar quizás que en general el deporte es una actividad positiva, saludable y respetuosa con el entorno, o al menos así lo sentíamos muchos de los que también practicamos de forma amateur, esporádica o regularmente, alguna disciplina deportiva sin ningún afán competitivo, como el senderismo, la bicicleta de montaña, piragüismo, etc.

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sábado, 1 de octubre de 2016

Escalada: crece una nueva amenaza para las rapaces rupícolas

A una de cada diez parejas de águila perdicera en Andalucía le afecta negativamente la escalada deportiva, una modalidad en auge. El dato ilustra un problema cada vez más grave y extendido, cuya solución pasa por buscar sin demora fórmulas que impidan que la conservación de las especies rupícolas, en especial las aves rapaces, se vea hipotecada por la afición de los escaladores.



De entre las actividades recreativas en la naturaleza, la escalada clásica en roca era considerada como una de las más respetuosas con el medio natural. Sin embargo, desde mediados de los años ochenta, la aparición en España de la escalada deportiva, modalidad en la que las vías están equipadas con seguros fijos colocados en la pared para la protección del escalador en caso de caída, ha derivado en un acusado incremento del número de practicantes. Una consecuencia ha sido la imparable y descontrolada instalación de nuevas vías, muchas de ellas en enclaves remotos, lejos de los lugares donde antaño se practicaba este deporte.

Como resultado, muchos cortados rocosos han dejado de ser enclaves inexpugnables e inalterados y la escalada se ha convertido en una evidente amenaza para las especies que los habitan (1, 2). Como ejemplo del alcance social e incluso político de este problema nos gustaría empezar exponiendo un caso sucedido el año pasado en Andalucía y que fue dado a conocer a través de esta misma revista (Quercus 356, págs. 62 y 63).

Más información en la Revista Quercus

FAPAS pide la prohibición de carreras en zonas de alto valor ecológico

Es el debate que siempre está latente, porque nunca se ha ido; las carreras por montaña siempre se han enfrentado a las miradas que las ven como una agresión al medio natural, que piensan que el paso de cientos e incluso miles de corredores por una zona es demasiado agresiva con el entorno.

El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) ha solicitado formalmente al Gobierno del Principado de Asturias la prohibición total de las carreras por montaña que discurran por zonas de alto valor ecológico mediante la no autorización de las mismas, al menos, hasta que se evalúe su impacto y se elabore una legislación específica.

Según esta agrupación, esta es su respuesta al progresivo aumento de solicitudes para celebrar carreras por montaña en espacios de gran riqueza ecológica, como el Parque Natural de Somiedo o el Parque Natural Las Ubiñas La Mesa, ambos también reservas de la Biosfera.

Desde FAPAS apuntan que ya se han dirigido a la Consejería de Agroganadería para señalar que “el desarrollo de carreras de montaña debe desestimarse en los espacios naturales protegidos más sensibles o en algunas zonas de aquellos otros espacios, donde sus condiciones de alto valor ambiental, elevada sensibilidad y fragilidad ecológica (flora, fauna o gea), así lo aconsejan”.

Según los ecologistas, esta conclusión se extrae tras el estudio de las repercusiones negativas para los espacios protegidos de la celebración de este tipo de competiciones deportivas en atención, no solo a la afección a la fauna y flora, sino también a la erosión y perdida de cobertura vegetal en suelos especialmente sensibles con fuertes pendientes en terrenos sueltos.

El motivo de la discordia vuelve a ser, un año más, el DesafíOsomiedo, y es que este año, desde FAPAS han vuelto a solicitar la cancelación de la carrera, que cuenta con un tope de 600 corredores; las razones que esgrimen desde la agrupación es que el impacto de tantos corredores es inasumible para el medio ambiente.

Roberto Hartasánchez, director de FAPAS, exige su prohibición por entender que genera un impacto ambiental a corto, medio y largo plazo. "Cientos de personas corriendo con linternas en plena noche no es lo mismo que una excursión de escolares caminando por la montaña. La ecología de los animales salvajes es muy sensible por la noche. Tiene que tener un impacto y pedimos medirlo y evaluarlo", asegura.

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